Invitamos al Dr. Aguinaldo Nardi, ex presidente de la Sociedad Brasileña de Urología,  para hablar sobre el cáncer de próstata – mitos y verdades.

Blog Bioseguridad entrevista al Dr. Aguinaldo Nardi

1.    Dr. Aguinaldo, ¿por qué los hombres siguen resistiéndose a someterse a exámenes preventivos?

Según su opinión, ¿es el tacto rectal lo que más asusta a los hombres en los consultorios de los urólogos?

Vivimos un problema cultural que está enraizado en el hombre latino, que cree ser indestructible y que nada puede pasarle. A diferencia de las mujeres, nosotros, los hombres, no sabemos reconocer nuestras debilidades, ni aceptarlas. Este fenómeno impide que los hombres se politicen, por lo que no crean mecanismos de defensa contra los males que les afectan.

Lamentablemente, sigue siendo el prejuicio lo que aleja a los hombres de los consultorios urológicos, ya que el examen de la próstata se realiza a través del recto. Vale resaltar que este examen dura aproximadamente 10 segundos, no daña la masculinidad ni trae consecuencias para el hombre.

2.    ¿A partir de qué edad se recomienda realizar exámenes preventivos?

Según la recomendación de la Sociedad Brasileña de Urología, todo hombre mayor de 50 años debe acudir a un urólogo anualmente para una evaluación de la próstata. Los que tienen antecedentes familiares, los afrodescendientes y los obesos deben comenzar los exámenes a partir de los 45 años.

3.    ¿El cáncer de próstata solo afecta a los hombres en una edad más madura?

El cáncer de próstata es poco frecuente antes de los 40 años y su mayor incidencia se produce a partir de los 50 años, alcanzando su pico alrededor de los 60 años.

4.    ¿Cuáles son los síntomas del cáncer de próstata?

Lamentablemente, en la fase inicial, el cáncer de próstata no presenta síntomas ni signos. Por ello, el examen se convierte en algo fundamental, ya que el diagnóstico solo puede hacerse en pacientes que acuden al médico. Cuando aparecen los síntomas, el cáncer ya está en una fase avanzada y no hay posibilidad de curación, por lo que solo quedan los tratamientos paliativos para mejorar la calidad de vida.

Los principales síntomas del cáncer avanzado están relacionados con el esqueleto, dolor de huesos en cualquier parte del cuerpo, pudiendo llegar hasta el cráneo, y síntomas urinarios, como dificultad para orinar y sangrado por la uretra, a veces difícil de controlar.

5.    Hay otras enfermedades, no solo el cáncer, que afectan al sistema genitourinario. ¿Cuáles son los signos que indican que el hombre debe buscar un urólogo?

Es importante recordar que no solo el cáncer de próstata afecta a los hombres, sino que el propio crecimiento benigno de la próstata afecta a la mayoría de los hombres y también provoca problemas, como la dificultad para miccionar, que afecta a la calidad de vida.

La disfunción eréctil, por su parte, afecta al 50% de los hombres brasileños a partir de los 40 años y también puede tratarse.

La disminución de la hormona masculina, la testosterona, también disminuye la calidad de vida de los hombres, y hoy en día existen tratamientos específicos y muy buenos para este tipo de situaciones.

Tampoco podemos olvidar los cálculos urinarios y la infección de orina.

6.    ¿Existen alternativas más conservadoras para el tratamiento del cáncer de próstata?

El tratamiento depende de una serie de datos del paciente, así como de los resultados de los exámenes complementarios, como la biopsia de la próstata y los valores del PSA. Algunos casos se consideran tumores indolentes y pueden ser simplemente objeto de seguimiento, sin necesidad de un tratamiento específico. En general, cuando el tumor está en una fase inicial, el tratamiento se basa en la cirugía radical (cirugía abierta, laparoscópica o robótica) o en la radioterapia. Ambas técnicas tienen altas tasas de éxito y su indicación depende de un análisis cuidadoso por parte del médico que acompaña al paciente. En la fase avanzada, tenemos el bloqueo hormonal, la quimioterapia y, más recientemente, dos nuevos fármacos muy prometedores, la abiraterona y la enzalutamida.

7.    Creo que uno de los mayores temores asociados a la enfermedad es quedar impotente después de la cirugía. ¿Es un mito o es verdad? ¿En qué proporción ocurre esto? ¿Es reversible?

Lamentablemente, tenemos que pagar un precio para librarnos de la enfermedad. La cirugía radical y la radioterapia pueden provocar la disfunción eréctil o impotencia en casi la mitad de los pacientes. Pero existe un tratamiento, en caso de que esto ocurra. Los medicamentos orales (sildenafilo, vardenafilo e tadalafilo) dan buenos resultados, además de una inyección que se aplica en el pene o, en último caso, la prótesis de pene que ha tenido grandes avances y constituye un importante arsenal para la vuelta a la actividad sexual.

Otro problema grave está relacionado con el control urinario. Afortunadamente, esto es muy raro, llegando a índices del 2%. Para estos casos, existe un tratamiento de fisioterapia o un esfínter artificial. Por lo tanto, no hay razón para temer complicaciones, porque hay tratamiento en caso de que ocurra algo.

Agradecemos al Dr. Aguinaldo la entrevista tan esclarecedora y deseamos a todos nuestros queridos amigos que se animen a hacerse revisiones periódicas y se cuiden.

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