El artículo: Gestión de la calidad del aire en ambientes odontológicos fue escrito por el profesor Fábio Barbosa de Souza – MBA, MSC, PhD, especialmente para SETBIO 2019. Fabio es otro defensor de la bioseguridad y participa activamente en el grupo GerAção Biossegurança. Profesor de Bioseguridad y Coordinador de la Comisión de Bioseguridad del Curso de Odontología de la Universidad Federal de Pernambuco. 

Gracias por su artículo.

Liliana Junqueira de P. Donatellil

Fábio Barbosa de Souza – MBA, MSC, PhD

¡Realidad invisible!

¿Usted sabia que la irrigación propiciada por la turbina de alta rotación puede determinar serios problemas de salud al paciente, llegando incluso, en casos extremos, a la muerte? Si no sabias, ha llegado la hora de prestar más atención en relación al manejo del agua utilizada en el tanque de su equipamiento. Puede que sea una gran fuente de contaminación, ¡aunque que parezca estar limpia y cristalina! Para evitar las consecuencias negativas relacionadas a esta contaminación invisible, siguen algunos aspectos esenciales para conocimiento, así como las debidas medidas para reducir la posibilidad de transmisión de infecciones a través del agua utilizada en la rutina práctica del consultorio odontológico. 

La verdad en las evidencias científicas

Durante la práctica clínica, el agua puede ser ingerida por el usuario del servicio de salud o entrar en contacto con soluciones de continuidad en la mucosa y/o dientes, teniendo acceso directo al tejido conjuntivo con posibilidad de absorción y alcance del sistema circulatorio. En este sentido, su contaminación presenta grandes riesgos de infecciones, y es incompatible con prácticas adecuadas de higiene y control de contaminación cruzada. De acuerdo con la Organización Mundial de Salud, el agua puede ser el vehículo de transmisión de varios microorganismos, tales como bacterias (Escherichia coli, Leptospira, Legionella spp, Salmonella typhi), vírus (enterovirus, hepatitis A, hepatitis E, Rotavirus),protozoários (Cryptosporidium hominis/parvum, Entamoeba histolytica, Giarda intestinalis) y helminto (Schistosoma spp).

El caso de Legionella en Italia

El primer caso de la literatura en el cual ha sido demostrada la directa correlación entre la infección letal de un paciente y el agua de equipamiento fue publicado en 2012. Un paciente de 82 años, sexo femenino, sin enfermedades de base, fue admitida en la unidad de terapia intensiva de un hospital en Italia con fiebre y problemas respiratorios que vino a fallecer dos días después. Su muerte fue atribuida a neumonía (Legionella spp) y la fuente de infección siendo la línea de agua del equipamiento de su dentista fue confirmada por tres métodos microbiológicos. Recientemente, en 2016, en los estados de Georgia y California (EUA), fueron reportados casos de niños de 3 a 11 años de edad, que fueron hospitalizados con consecuencias sistémicas resultantes de infección por Mycobacterium abscessus. El brote fue causado por el agua contaminada del equipamiento odontológico, utilizada durante pulpotomias.

Biopelícula e tuberías

En el equipamiento odontológico, las tuberías por donde el agua pasa son denominadas líneas de agua que consisten en superficies internas plásticas de baja luz (tuberías con cerca de 10m de extensión y 0.5 a 1.0mm de diámetro). Estas características cuando asociadas a la estancación del agua durante mayor parte del tiempo e imperfecciones internas microscópicas configuran un ambiente favorable para el establecimiento de microorganismos ya presentes en el agua. Así la consiguiente formación de películas de biopelícula es directamente responsable de la contaminación del agua utilizada en los procedimientos clínicos. Con el desarrollo de la biopelícula, microorganismos planctónicos y subproductos son liberados dentro del agua directamente en la boca de los pacientes durante los procedimientos odontológicos. 

¿Con que agua debo abastecer el reservatório del equipamiento?

El agua más indicada para el uso en odontología debe ser esterilizada o destilada. En cirugías, el agua no debe correr por las tuberías internas del equipamiento odontológico, bajo el riesgo de contaminarse con la biopelícula existente en las tuberías. En este caso, la solución de elección es salina esteril y se obtiene de un suministro externo, bajo control cuanto a la esterilización de los equipamientos. A pesar de ser empleada en diversos sillones odontológicos, el agua mineral no debe ser indicada para uso clínico. Evidencias científicas apuntan un valor medio del contenido de cloro abajo del límite mínimo propuesto por la legislación brasileña. Como no hay iones cloro libres, el agua mineral se vuelve ineficaz en la prevención de la contaminación y formación de biopelículas en el interior del tanque. 

¿Es necesario adicionar cloro al agua?

En Brasil, la calidad del agua para consumo humano y su estándar de potabilidad sigue las normas definidas por el Ministerio de la Salud, que deberá poseer el contenido de cloro mínimo de 0,5 mg/L. De esa forma, el agua empleada en los procedimientos odontológicos no quirúrgicos sigue las indicaciones de esta norma. Así siendo, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), órgano brasileño responsable por la reglamentación de productos y servicios relacionados a la salud de la populación, recomienda la inclusión de un suministro adicional de cloro al agua utilizada en el tanque del equipamiento odontológico, en la proporción de 0.3 ml de hipoclorito de sodio a 1% para 500ml de agua. 

¿Qué hacer com las lineas de agua?

La formación de biopelícula en el interior de las líneas de agua representa un desafío para el cirujano dentista. Fuera de Brasil, existen varios compuestos indicados para remover, inactivar o inhibir su formación. Un ejemplo de producto son las tabletas agregadas al tanque de agua, de composiciones diversas (plata, clorexidina, peróxido de hidrogeno o derivados botánicos). En Brasil, esos productos son raros e inaccesibles al cirujano dentista de una forma general. Además, los fabricantes de equipamientos odontológicos disponibles en el mercado nacional, raramente proveen instrucciones sobre los cuidados relacionados a las líneas de agua.

¿Qué hacer, entonces? 

1) Después de cada atención clínica, accione las piezas de mano por 20 segundos, de modo que el agua fluya de los equipamientos. Este procedimiento también debe ser hecho en el inicio y en el final del día, con el objetivo de expulsar materiales contaminantes provenientes de la mucosa bucal que por ventura entraran en las tuberías de aire, agua y en las propias turbinas.

2)  Esterilice las piezas de mano. Esta medida es esencial para anular la contaminación cruzada propiciada por microorganismos presentes en su interior o superficie.

3) Realice el drenaje diario de las líneas de agua y mantenimiento en seco durante la noche y en los fines de semana, ya que el ambiente húmedo proporciona la manutención y crecimiento microbiano en el interior de las tuberías.

4) Establezca una rutina de limpieza del tanque de agua, con periodicidad mensual, con agua y jabón, así como desinfección con hipoclorito de sodio a 1%, por 30 minutos. En seguida, enjagüe abundantemente.

¿Lo que era invisible está nítido para usted ahora?

¡Esperamos que sí! En este mes de laBioseguridad, revea sus conceptos, utilice y dedíquese a una mayor atención para la calidad del agua utilizada en los equipamientos. Con eso, ¡asegure una consulta segura para sus pacientes!   

¡Abrazos bioseguros! 

Para saber más, lea: 

Miller, Chris H. Controle de infecção e gerenciamento de produtos perigosos para a equipe de saúde bucal. 6 ed. Rio de Janeiro: Elsevier, 2019.

Souza, Fábio Barbosa de; Côrte Real Fernandes, Marcela; Baptistella Lima, Paula; Torres Calazans, Maria. The quality of water in dental offices from the public healthcare system of a Brazilian town: a study of the microbial, physical and chemical parameters. Journal of Dental Health, Oral Disorders & Therapy. 2018;9(5):393-397. https://medcraveonline.com/JDHODT/JDHODT-09-00415

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