La tuberculosis en la cavidad oral se presenta como una úlcera, y si aparece en tu consultorio ¿podrías identificar la enfermedad?
¿Por qué siempre debemos actualizar la historia clínica de nuestros pacientes?
Muchas veces, al examinar a nuestros pacientes, sobre todo a los que llevan mucho tiempo con nosotros, nos olvidamos de hacer preguntas como: “¿Está bien de salud?” “¿Esa tos hace cuánto tiempo persiste?” “¿Ha estado experimentando sudores nocturnos? ¿Pérdida de peso? ¿Fiebre durante el día?”.
Ahora te estarás preguntando: ¿por qué son tan importantes estas preguntas en la práctica odontológica?
Aproximadamente un tercio de la población mundial puede estar infectada con el bacilo Mycobacterium tuberculosis (la principal causa de la tuberculosis)*. Brasil, por ejemplo, forma parte del grupo de 22 países priorizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocupando la posición 16, en relación al número de nuevos casos, la reducción en los últimos 10 años fue del 12,5%. En 2015, se registraron 63.189 casos en ese país, frente a los 72.213 de 2006. Datos obtenidos del Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de Brasil, 2015.
¿Cómo se produce la transmisión de la tuberculosis?
La tuberculosis se transmite básicamente por vía aérea. Se produce a partir de la inhalación de gotitas que contienen bacilos expulsados al toser, hablar o estornudar de pacientes bacilíferos, es decir, aquellos cuya baciloscopia de esputo es positiva. La mala alimentación, la falta de higiene, el tabaquismo, el alcoholismo o cualquier otro factor que genere una baja resistencia orgánica también favorecen el establecimiento de la enfermedad.
Al cabo de unos días o semanas del inicio de la medicación adecuada, el paciente no se considera curado. Esto se debe a que el tratamiento farmacológico de la enfermedad es largo. Sin embargo, deja de transmitir la enfermedad. El diagnóstico precoz y la adherencia al tratamiento son fundamentales.
¿Cómo se manifiesta la tuberculosis?
Sus formas de manifestación son la pulmonar, que es la más común, y la extrapulmonar, que en este artículo se considerará como tuberculosis oral. Esto siempre debe considerarse como una posibilidad y examinarse debidamente en la práctica odontológica rutinaria.
La incidencia de la tuberculosis oral es del 0,1 a 5%(WU et al., 2017) de todos los casos de infección. El examen intraoral generalmente se presenta como una zona edematosa, ulcerada y extremadamente dolorosa con ganglios linfáticos regionales infartados (Figura 1). En algunos casos hay afectación ósea que puede mimetizar otras enfermedades, como el Carcinoma Epidermoide y la infección profunda por virus.
La literatura científica (TAUTE; WYLIE; CARTER, 2015) ha demostrado que la mayoría de los casos reportados se dan en personas de avanzada edad, que tienen algún tipo de inmunosupresión y que los signos clásicos de la enfermedad no suelen ser reportados.
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿cómo debe realizarse el tratamiento odontológico de este paciente
Vale la pena recordar que las precauciones estándar no son suficientes para prevenir la transmisión de la tuberculosis, y una vez más el triaje y el examen clínico son fundamentales. El paciente debe ser derivado a un servicio médico de referencia que supervisará y tratará los casos confirmados.
La tuberculosis puede tener una transmisión directa mediata, es decir, por aerosoles, vías respiratorias (de persona a persona) o indirecta, debido a la dispersión de aerosoles que depende del flujo de aire.
La propagación de la tuberculosis en los servicios sanitarios puede evitarse mediante el control de la infección, el cumplimiento de las directrices de bioseguridad y la formación y concienciación de los trabajadores sobre el riesgo biológico. La tuberculosis es una enfermedad que, a pesar de debilitar al paciente, puede ser tratada con recursos quimioterapéuticos, disponibles desde mediados de la Segunda Guerra Mundial (LIMA; DE ALBUQUERQUE NAVARRO, 2013).
Maia (MAIA, 2013) en su estudio refuerza la importancia de la realización de pruebas cutáneas periódicas de tuberculina entre los estudiantes del área de la salud, reforzando la necesidad de implementar medidas de bioseguridad y educación continua sobre el tema para los futuros profesionales de la salud.
Cabe destacar que la atención odontológica a este paciente debe ocurrir solo con carácter de urgencia, evitando en la medida de lo posible procedimientos que generen aerosoles, como profilaxis, restauraciones, entre otros.
Camilla Vieira Esteves
Agradecemos a la Dra. Camilla por su colaboración.
¡Abrazos!
Liliana Junqueira de P.Donatelli